
Raúl y Julia, sin saber cómo ni por qué, se encontraron de repente en un enorme caserón y por mucho que subían, bajaban e iban a izquierda o derecha, no daban con la puerta de salida. En una habitación a la que llegaron después de mucho rato encontraron a una extraña señora quien les ofreció un plano con el camino hacia la salida a cambio de que ellos le diesen la mitad del dinero que reunían entre los dos y medio euro más. Los hermanos no dudaron en aceptar y se hicieron con el deseado itinerario.
Después de caminar un rato siguiendo las indicaciones llegaron a una puerta cerrada con llave. Al lado se encontraba una niña pelirroja con una llave colgada del cuello que le solicitó la mitad del dinero que llevaban y medio euro más si querían que les abriese. Tras acceder a la petición pudieron seguir adelante. No muy lejos, volvieron a encontrar otra puerta cerrada y una llave colgada del techo por un hilo invisible. Justo debajo, había una especie de hucha encastrada en la pared, y sobre ella una inscripción en la que se podía leer que introduciendo la mitad del dinero que tuviesen y medio euro más, la llave caería del techo.
Franqueada la segunda puerta que encontraron cerrada siguieron caminando un buen rato por aquel laberíntico edificio antes de llegar a lo que parecía ser la última puerta que ... también estaba cerrada. Tuvieron que entregar al mayordomo que estaba junto a ella la mitad del dinero que aún tenían y medio euro más, tras lo cual dejaron atrás aquella angustiosa casa sin un céntimo en los bolsillos.
¿Cuánto dinero tenían al principio?